
Podemos, si quieres, inventarnos un nuevo amor. Ese amor secreto, íntimo y personal, con cara, cuerpo y nombre de amor, que vive en nuestra mente y pasea por nuestra alma. Ese amor que antes o después aparecerá en nuestra vida, quizá unas horas, unos segundos o el resto de lo que el amor dure será cuestión de él. Rózame con tus dedos donde me susurre el alma, cántame la deliciosa canción de un deseo suspirado entre almas provocadas y rompe mi carne hasta estremecer mi alma y que en el último suspiro mi nombre te nombre y que a ti te estremezca el alma. Rompiendo los sollozos del prototipo cuando se ama, Nos amaremos en carne viva y sentiremos nuestras almas…por que con este deseo y este suspiro, tú me destrozas el alma.
Flor Jiménez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario