domingo, 20 de octubre de 2013

HUMANIDAD



A veces somos tan egocéntricos que no nos miramos hacia dentro, por que no somos capaces de ver infiernos y descubrir que no somos todo lo perfectos, hermosos, honestos y puros como creemos y luchamos por hacer ver. Mirar hacia adentro implica aceptarnos en nuestra totalidad, no sólo lo blanco, sino también lo negro. Aceptar que podemos ser muy buenos pero también muy malos. Si negamos esa parte de nosotros mismos, la ignoramos, no nos damos cuenta de que en realidad, lo que hacemos es dejarla crecer, dejar que las malas hierbas crezcan más y más fuertes y cuando queramos darnos cuenta estaremos ya vacíos, llenos de odio y de resentimiento, incapaces de sentirnos conmovidos por los hechos más humanos .Estos días he visto mucha inhumanidad, mucha pamema, mucha superficialidad. Pero he descubierto mucho amor, cariño, ternura, lagrimas de sentimientos, sentimientos encontrados.
Hagamos una reflexión pero de verdad de esas que hacemos interiores, de las que si hemos hecho algo mal nos duele el corazón y no para quedar bien ante el teatro duro de la vida.
Flor Jiménez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario