La energía de las personas debería de ser siempre positiva, pero las envidias, los rencores, las sensaciones que estos trasmiten hacen que el mundo valla cada día peor y que no sepamos sentir, hablar, compartir, repartir, amar de corazón. A veces nos dedicamos a fastidiar, injuriar, criticar comentar cosas de los demás que las tenemos en nuestro propio espíritu, que no somos capaces de corregir, pero si de juzgar.
Quienes somos nosotros para hacer tal cosa y en que posesión de verdad estamos, cuales son los motivos para tal comportamiento, cual es nuestra manera de actuar respecto a nuestra manera de pensar. Como pensar y actuar...simplemente si nos pusiéramos unos minutos en la piel de la otra persona, si viéramos que alguna vez que nosotros hemos sentido o hemos realizado tal hecho y hemos actuado de la misma manera o nos hemos sentido igual.....quizás dejaríamos de ser más hipócritas y nos pondríamos en marcha para mejorar el mundo y a la vez nosotros mismos porqué nadie esta en posesión absoluta de la verdad, partamos de esa base.
Flor Jiménez.
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