A veces cuando más desolados estamos,
aparece en nuestras vidas ese ángel camuflado en persona que no da y nos enseña
lo grandes y altos que podemos ser en espíritu en estima. Nos protege, nos cuida,
nos da confianza en nosotros mismos y nos cede sus alas a pesar de que él tendrá
que empezar de nuevo a fabricar las suyas para poder continuar ayudado a los demás.
Todos tenemos un ángel que nos ampara e
ilumina nuestro camino, nos da la suficiente fuerza para no decaer y saber
sentir desde lo hondo del alma…..Hoy me gustaría ser el ángel de alguien y
poderle proteger, prestarle mis manos, mi confianza y mi amor, pero lo que más
me gustaría que sintiera por un instante la ternura que abarca mi alma y el
sentimiento tan grande que abarca mi corazón y no me importaría perder mis alas
por crear una nueva ilusión.Las alas se reconstruyen através
del amor de un ángel a otro, porqué todos en algún momento nos sentimos ángeles
de otra persona y le dimos nuestras alas para que volara.
Flor Jiménez.
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