Ella leía y escuchaba esa cantidad desmesurada de mensajes
que hacían proselitismo de la felicidad, cuando lo único que pretendía, era
estar enamorada..Aun cuando reconociera que el amor la haría dependiente, y que
entre otras consecuencias, perdería hasta la noción de lo que había sido, antes
de que llegara. No obstante estaba dispuesta a los resultados, a seducir los
riesgos, y a ser parte de las despedidas. Pocos comprendían esa necesidad que
tenía de querer sin rendirse, de amar sin denunciarlo, de llorar sin
compartirlo. Pocos saben que el amor, también duele cuando ama y hay que
decirle adiós al amor...con sentimientos!!....Es el dolor del alma al partir
entre los adversos de las convicciones...es un adiós definitivo y pensado,
doloroso y sensible...pero calmado
pausado y sentido.
Flor Jiménez.
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