Ayer sentí una nostalgia tremenda y me marche a pasear por
el mar y mirando hacia el horizonte allí donde ya el viento sopla la esencia de
los seres vi dibujada una imagen, tenue y borrosa era el lamento que distancia
el cielo y el mar, el suspiro de las almas, era el sueño perdido, el destino
trucado…era el adiós al sentimiento.Entonces tuve claro que el mar es la fuente, la energía que
ama el sentimiento, que los pájaros cantaran todas las mañanas y las gaviotas seguirán
su emigración para buscar un sitio caluroso y acogedor en el cual la rabia no
quepa y el dolor se amortigüe….las golondrinas vendrán a mi balcón y yo seguiré
mirándolas con ternura, con sentimiento y amor…hoy he vuelto a divisar el mar
en su esplendor para volver a respirar.
En el mediodía el sol calentara las almas para sentir ese
fuego que arde por el sentimiento y que necesita apagar con la noche y en ésta
la luna saldrá para reflejarse en el mar y hacer que las estrellas brillen a
pesar de que el la noche esta oscura , apagada y sonaran los susurros de las
olas y la ternura llegara a mover el sentimiento…la pasión se apoderara de los
cuerpos que rotos de cariño….se añoran en la distancia de los sentimientos…es
un amor roto por el orgullo de no decirse lo que sienten….es un grito en la
distancia que pesa y duele …es un adiós, hasta siempre porque lo que el tiempo
borra en la mente, se queda guardado en el alma.
Flor Jiménez.
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