Soñé que estabas a mí lado y entrabas en mi cama, me
deshacías en carias y excitabas mí alma con palabras tan dulces que se
deslizaban entre las sabanas.
La luna ante nosotros nos miraba y el mar que estaba tranquilo con el ruido de sus olas nos cantaba, el balcón testigo de nuestra noche apasionada…porqué en el soñamos y hicimos nuestra cama. No era un sueño en el me tenias atrapada, me acariciaste el rostro y descubriste mí alma…hacia tiempo que no estaba tan trastornada, hacia tiempo que tus manos no se deslizaban por el sentido de lo que se siente y se desea ante un poder de amar entusiasmada. Fueron rugidos del viento, tormentas entrelazas dos cuerpos desnudos ante los deseos del alma .Nuestros fluidos unidos entre dos almas y que el suspiro ruja en ésta noche poblada y que la vida despierte ante los gritos de nuestras almas.
La luna ante nosotros nos miraba y el mar que estaba tranquilo con el ruido de sus olas nos cantaba, el balcón testigo de nuestra noche apasionada…porqué en el soñamos y hicimos nuestra cama. No era un sueño en el me tenias atrapada, me acariciaste el rostro y descubriste mí alma…hacia tiempo que no estaba tan trastornada, hacia tiempo que tus manos no se deslizaban por el sentido de lo que se siente y se desea ante un poder de amar entusiasmada. Fueron rugidos del viento, tormentas entrelazas dos cuerpos desnudos ante los deseos del alma .Nuestros fluidos unidos entre dos almas y que el suspiro ruja en ésta noche poblada y que la vida despierte ante los gritos de nuestras almas.
Flor Jiménez
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