Nos encontramos a destiempo y ya no hubo regreso para los
dos porqué pasamos por una vida
despaginada de aquella historia marcada por la sensibilidad y la congenialidad
de nuestros gustos. Porqué nos atraíamos por encima de aquello que nos gustaba
.Nos encontramos y desencontramos entre
la cordura de una serenidad y la impulsividad que marcaba la diferencia de
nuestra periodo diferencial que nos unía
y desunía .Medio en broma, medio enserio, unas veces completo y otras medio
incompleto.
Algo marcaba la diferencia porqué siempre volvíamos a
encontrarnos una y otra vez y nos olvidábamos
del mundo, de otras realidades mundanas que afuera existían y nos hacíamos juntos
un complemento directo. Éramos nosotros desnudos de piel y alma.
Nos tocamos, nos rozamos como niños descubriendo el primer beso,
como no sabiendo usar la lengua y los dedos. Tanta calor, pasión, tanta
inocencia brotando en absoluta sintonía sincronizada a pesar de tus muchos años
y los pocos míos conectábamos.
Y me abrazas y te siento fundiéndote en mi piel, sabiéndome sentida
también porqué así me cuenta bajito tu ser. Cerramos los ojos y hacemos el amor
con desgarro y ternura, apartados del mundo en aquel pequeño espacio nos
sentimos inmensos y nos hacemos eternos en el alma.
Pero el tiempo marca a destiempo que tenemos que
marcharnos fingiendo ser otros, como si
nada hubiese sucedido. Pero en el aire
quedan suspiros, caricias que nos devuelve el viento cuando suspiramos y el deseo
nos traspasa hasta que llegue de nuevo nuestro encuentro.
Y mientras los recuerdos nos envuelven en la cual soy tuya,
donde tú eres mío en un pequeño espacio donde dibujamos caricias y nos comemos
a besos .
Flor Jiménez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario